sábado, 20 de junio de 2009

Intervención


Cuando alguien está hecho un estúpido hay que intervenir, ¿pero es así? ¿Uno tiene el derecho o la obligación de intervenir cuando considera que algo está mal?
Intervenir o dejar hacer, dos opciones diferentes con consecuencias diferentes. Si no intervenís tenés que aceptar que todo sigue igual. Pero si decidís intervenir tenés que aceptar las consecuencias.
Intervenir para romper con la inercia, intervenir para que algo cambie. Intervenir para perder el miedo. Intervenir es decidir, es poner un dique y desviar un río. Es cambiar el curso de las cosas. Intervenir es un antes y un después, una vez que lo hiciste no sos el de antes; porque tu intervención por pequeña que sea, puede mover montañas. Intervenir para salir del punto muerto, tirarse de cabeza, nadar en nuevas aguas, desconocidas, menos seguras, pero distintas.
Porque para que ocurra algo diferente hay que hacer algo diferente. No da lo mismo hablar que callar. No da lo mismo decidirse que dudar. No da lo mismo actuar que acatar. No da lo mismo rebelarse que bajar la cabeza. No da lo mismo jugarse que vivir con miedo. No da lo mismo unirse que estar aislados. No da lo mismo meterse que no meterse. No da lo mismo luchar que dejarse vencer.
No da lo mismo intervenir que dejar hacer.

jueves, 18 de junio de 2009

Un gran día


¿Qué hacemos hoy para que sea un gran día? ¿Necesitamos grandes hazañas? ¿Siempre tiene que ocurrir algo espectacular para que sea un gran día? ¿O un gran día se puede hacer de pequeños momentos? ¿Depende sólo de nosotros ese gran día? No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy...No levantarse con el pie izquierdo, dicen. ¿Alcanza desear un gran día para tenerlo? Un gran día, o un pésimo día. No tiene muchas recetas, tal vez una: está hecho de decisiones. De buenas y de malas decisiones. No sólo propias, también ajenas. Pero no de grandes decisiones, sino de esos pequeños gestos que nos hacen grandes. Un gesto de amor puede hacer que ese día sea no un día más, sino un gran día. Aunque no todo está en nuestras manos. Un gran día para algunos puede ser trágico para otros. Igual, para mí, un gran día no es el que está hecho de grandes hazañas y conquistas. Un gran día está hecho de pequeñas cosas: de una palabra de aliento, de una sonrisa, de una mirada... y también de una ausencia.

miércoles, 17 de junio de 2009

To Be

Nunca entendí a los yankies, para ellos "ser" y "estar" se dice igual: "To be".
¿Pero es lo mismo ser que estar? ¿Estar comprometido es lo mismo que ser comprometido? ¿Estar conciente es lo mismo que ser conciente? ¿Ser maldito es lo mismo que estar maldito? ¿Es lo mismo ser engañado que estar engañado? ¿Es lo mismo ser que estar?
¿Estar loco es lo mismo que ser loco? ¿Estar despierto es lo mismo que ser despierto? ¿Estar aburrido es lo mismo que ser aburrido? ¿Estar seguro no es lo mismo que ser seguro, no? ¿No es lo mismo estar resentido que ser resentido? Pero si estás resentido, ¿no será porque de alguna forma lo sos? ¿Es lo mismo ser inseguro que estar inseguro? Estar inseguro es no tener certezas, pero ser inseguro es tener la certeza de que no valemos. Estar impactados no es lo mismo que ser impactados, pero a veces cuánto se parecen... Estar idiota uno se lo banca pero ser idiota... no.
Uno quiere ser, quiere ser el amor de alguien, el sueño de alguien , uno quiere ser alguien en la vida de esa persona que ama. Y ese deseo de ser, nos puede confundir y no dejarnos ver que no lo somos, sino que estamos, transitoriamente en la vida de alguien.
Ser
con alguien, es muy diferente a estar con alguien.

Ser y estar no son lo mismo.

Sueño en colores


Todos soñamos. Soñamos mientras dormimos, cuando nuestro inconsciente funciona. A veces tenemos pesadillas horribles, en las que nuestros mayores miedos dicen presente; y otras veces tenemos dulces sueños, aquellos por los que seguiríamos durmiendo de por vida. Sin embargo también solemos soñar despiertos, en algún momento en el que nos ponemos a pensar qué pasaría si la vida fuera distinta.. mejor.
Hace poco tuve un sueño. No sé si esatba dormida o despierta, pero lo recuerdo. Recuerdo ese sueño porque lo vivo soñando, cada día lo sueño igual. Mi sueño estaba lleno de colores. Sí, de colores. Todo estaba repleto de colores vivos, de esos que al verlos irradian una alegría y una belleza descomunal. Y eran míos.. En mi sueño esos eran mis colores, yo podía hacer con ellos lo que quería, los ponía donde yo más deseaba, donde más los necesitaba. Recuerdo que los utilizaba para colorear mi vida, tapando los rincones en los que los grises habitaban. Y mi vida se iba convirtiendo poco a poco en una vida colorida, en una vida con vida. Los lugares oscuros desaparecían por completo y sólo quedaba disfrutar de la vida colorida que había creado.
Claro, fue sólo un sueño. Ya lo sé. En la vida real eso no nos pasa.. nunca. Es que pasamos tanto tiempo lamentándonos por esos rincones oscuros, que no podemos ver que estamos rodeados por colores.. por una vida que podría ser más plena si la disrutamos al máximo. Tendríamos que hacer como si tuviéramos un gran pincel, con el que podríamos pintar encima de los grises de nuestra vida para convertirlos en amarillo, naranja, rojo, verde, azul.. Y si eso no es posible, entonces pintemos aún más fuerte nuestra vida de colores vivos, para que eso sea lo que acapare nuestra atención y esos rinconcitos oscuros pasen a ser insignificantes. Sólo tenemos que pensar en colores.. soñar en colores, y tratar cada día que ese sueño se vaya haciendo realidad.
by Pauli


martes, 16 de junio de 2009

El alma..


¿Tan frágil es el alma que a la primera frenada brusca se te sale del cuerpo? Siempre la nombramos: te quiero con el alma, me duele en el alma, pero ¿qué es el alma? No conozco a nadie que haya visto un alma, pero todo el mundo habla del alma.
Un desalmado, ¿es alguien que no tiene alma, o alguien que tiene un alma oscura?
Cuando nos lastimaron decimos que tenemos el alma herida, pero ¿cómo es una herida del alma? Si el alma es como el aire, ¿cómo es que se cura?
También está el alma Mater, esa persona que le da sentido a todo que conduce a otros hacia algún lugar.
A veces se te estruja el alma y se siente en el cuerpo.
Se dice alma en pena cuando alguien no encuentra la paz; el alma de la fiesta es el que siempre la rema para estar arriba; tu alma gemela, es ese amor que solo es para vos y para nadie más.
Un alma con el cuerito flojo chorrea todo el tiempo y si no la arreglás se puede quedar vacía.
Desnudar el alma es más difícil que desnudar el cuerpo; el alma es más frágil que el cuerpo. Una palabra, un silencio, una mirada...
hace falta muy poco para lastimar un alma.

El sentido de la vida


La vida es curiosa.. durante años uno se pregunta cuál es el sentido de este baile, para qué luchar.. porque la vida es una eterna pelea. La vida es curiosa y vueltera, llena de vericuetos, de giros absurdos, inexplicables. La vida tiene esas casualidades tan sospechosas. Tanto que nos hacen pensar que todo tiene un para qué. Sí, un sentido. La vida cambia todo el tiempo, no nos deja acostumbrarnos a un golpe que enseguida viene otro atrás. Y uno se sorprende siempre y así sigue preguntándose por el sentido de todo. Preguntándose el sentido de estar presente en el momento y el lugar equivocados. El sentido de ser buenos y malos. ¿Habrá premios y castigos para unos y otros? Uno pasa por la vida haciéndose esas preguntas y muchas otras más pero en el fondo todo se resume en una sola: ¿Cuál es el sentido de la vida? Qué irónico, recién ahora empiezo a entender el sentido de la vida. Y es así, uno pasa la vida preguntándose por el sentido de la vida. Esperando ese algo que falta y que nos hará felices. Y tal vez la respuesta sea que la vida no tiene sentido, que la vida simplemente se vive. Y simplemente viviendo, podremos decir al final que nuestra vida VALIÓ LA PENA.

Abrir los ojos..


A veces da julepe abrir los ojos, porque por ahí los abrís y ves todo patas para arriba. Y eso es lo que en verdad da miedo, los cambios. Como un chico que juega a las escondidas tapándose los ojitos, creyendo que así no lo ven.. uno a veces cierra los ojos como si así fueran a desaparecer los problemas. Como si muerto el cartero, fueran a desaparecer las cartas fuleras. Uno se hace el perro que tumbó la olla, como si el dolor que siente no existiera. Uno detesta y ama a esa persona o a ese espejo que te canta las cuarenta. Uno detesta y ama a quien abre tus ojos. Abrir los ojos tiene gusto a membrillo con queso: es agridulce. Por un lado, como que se pierde la magia, pero por el otro.. se sale del engaño. A veces lo que tenemos que ver es tan horrible, que preferimos hacer la vista gorda y cerrar la tranquera, y vivir en una cajita de cristal. Y otras veces la burbuja se pincha, y no queda otra que abrir los ojos y mirar lo que no queremos ver. El corazón se nos estruja y nos quedamos sin aire, ahogados. Duele abrir los ojos. Es como salir de la oscuridad, que la luz te enceguece. Ojos que no ven, corazón que no siente.. mejor mirar para otro lado, dicen, meter la cabeza en la tierra como hace el avestruz. Pero para que algo cambie hay que romper la burbuja, hay que salir de la cajita de cristal. Abrir los ojos y animarse a ver, aunque lo que haya para ver nos estruje el corazón.

El espejo


Cuando nos miramos al espejo.. ¿Lo hacemos para ver como nos ven los demás o para ver la imagen que tenemos de nosotros mismos? A veces lo que más odiamos de los demás, es un reflejo de lo que más odiamos de nosotros. Los espejos pueden ser traicioneros. Uno puede perderse en un espejo, como Narciso que de tan enamorado de sí mismo, de tanto mirarse en el reflejo del lago se ahogó. Hay espejos en los que queremos reflejarnos, hay espejos en los que uno ve lo que quiere ver, pero también lo que no quiere ver. Hay espejos en los que no queremos mirarnos, hay espejos en los que uno no se reconoce. Si no te gusta lo que ves en el espejo no ganas nada rompiéndolo. Uno elige qué ver en el espejo, puede ver ese rasgo que detesta o puede ver que tiene una sonrisa hermosa. ¿Quien no miró alguna vez en el espejo una imagen de sí mismo que no le gustó? No hay que luchar con el espejo, es una pelea perdida de antemano, sin sentido. Si no te gusta lo que ves en el espejo, reíte.. te vas a empezar a gustar un poco más. El espejo no miente. El espejo nos muestra las cosas tal cual son, nos muestra lo que tenemos. Y también nos muestra lo que nos falta.